Sigo con esta serie de entradas sobre la organización, y os quiero agradecer la acogida. Me alegra especialmente que os este ayudando tanto si sois como yo, especialmente ordenadas; como si solo os interesa coger alguna idea aislada para mejorar vuestra organización.
Hoy os explico mi método de planificación semanal, deriva de aquel primero introductorio que os hice explicando las ventajas de la organización (lo tenéis aquí); aunque repito alguna idea, os lo amplio con lo que la experiencia me ha enseñado; espero que os sirva, si no de ayuda, por lo menos de entretenimiento.
Mi mas fiel herramienta es la agenda; tema aparte la elección de la agenda; aquí lo suyo es haber probado con varios modelos. Yo siempre he funcionado con agenda en papel, menos un año que lo intenté hacerlo solo via móvil por aquello del medio ambiente y tal...no se si se salvaron bosques pero mi vida en general fue un poco caótica (estres añadido de parecer vivir en un continuo despiste) así que, sintiendolo mucho por los arbolillos...volví al papel. Mi agenda ideal es de anillas, tamaño A5 y a semana vista. Este año tengo esta famosa de Mr. Wonderful.
Es muy bonita, pero me gustaría que tanto sábados como domingos tuvieran la importancia del resto de días ( en mi caso, la mayoría de findes son de trabajo y/o estudio); y que tuviera menos dibujitos en los espacios para días. Pero en fín, no me voy a explayar...
Suelo dedicar un rato del fin de semana a planificar la siguiente semana, generalmente ya tengo anotadas varias cosas antes de ponerme a ello, eventos que han ido surgiendo en días o incluso meses anteriores.
Esta semana no la tengo muy liada; lo que tengo señalado directamente en boli en la agenda son los turnos de trabajo que son inamovibles y los tengo determinados desde principio de año. Sí que tengo un aviso en post it; lo hago así cuando son cosas que las puedo hacer a lo largo de la semana pero que cuando lo apunto, no sé que día me va a venir mejor hacerlo; así lo puedo mover luego dentro de la semana cuando la planifico.
Suelo usar colores por actividades, en azul los estudios, en rojo el trabajo, en rosa actividades/ocio... Así con un golpe de vista y en función del color que predomine, veo que carga tiene la semana: mas rojo es mas trabajo; etc.
Dejando la agenda de lado, lo que me sirve de mucha ayuda es tener una libreta u otra agenda, dedicada expresamente a la actividad que mas predomine en ese momento. En mi caso son los estudios, dependo de unas fechas, convocatoria, clases y temario que me gusta tener apuntado aparte aunque extraiga luego citas generales de cara a la agenda semanal. En otros casos puede ser una agenda aparte para un blog ( en el que apuntar ideas para entradas, fechas para planificarlas, planteamientos...), o para el trabajo. Por supuesto que todo esto podría ir en una misma agenda, pero tener una libreta dedicada al estudio me ayudó muchísimo el año pasado, y éste he repetido con la idea:
Suelo elegir libretas mas pequeñas, rayadas, que me permitan hacer planes y listas. Aquí he hecho un plan general de repaso de todo el temario, y semana a semana lo paso a la agenda personal. Lo hago así porque hay semanas que no cumplo los objetivos y hay que reestructurarlo; si lo tuviera ya apuntado en la agenda general, tal cual lo planifiqué al principio, vería como se me acumulan temas pendientes y del parraque que me da le meto fuego a la agenda.
Después de este plan, voy apuntando en esta libreta, semana a semana, todo lo que tengo pensado hacer, lo que realmente hago y lo que dejo pendiente en el tema estudios.
En marzo se me cruzó un proyecto interesantísimo en el trabajo, y fijaos qué vacios los huecos de estudio. Cuando acaba la semana y veo esto, me doy cuenta que tengo que ponerme las pilas y recuperar.
Me marco un objetivo a corto plazo; me olvido del primer plan y hago uno nuevo que poco a poco me haga volver al camino. En esta libreta suelo desgranar los temas en apartados para ir señalando lo que avanzo (todo pequeño avance anima), en cambio, en la agenda general solo pongo el titulo del tema que me toca ese día.
Por último, en una libreta aparte (sí, soy la loca de las libretas), apunto cosas pendientes que tengo que hacer pero sin prisas, ni plazos. Ideas de manualidades, cursos por hacer, algo de casa que tengo que hacer, cartas que tengo que escribir (sí, todavía escribo cartas), lo que me queda por organizar, cosas del blog, listas de deseos...
Uso libretas que no usaría nunca...me explico; me regalaron esta libreta por su portada (un gatito monísimo)
Pero por dentro es como un diario infantil y la verdad es que no le encontraba funcionalidad, hasta que mi continuo despiste me obligó a hacer listados de cosas pendientes; con lo que decidí emplearla para tal fin
Cuando he planificado la semana, echo un vistazo a esta libreta a ver si encajo algo en algún día. De todas formas la tengo en el escritorio para cuando tengo libre echarle un ojo por si puedo aprovechar el tiempo. Esto no le hace falta a nadie que tenga la cabeza en su sitio pero últimamente, tengo una especie de triangulo de las Bermudas cerebral que me obliga a tener este recurso. Y la verdad es que me ha venido bien.
Actualmente, se esta poniendo muy de moda el bullet journal, lo veo mucho por instagram sobre todo. Ese método seria una mezcla de todo esto, pero todo en una misma libreta ( que no agenda), lleva algo mas de dedicación, sobre todo al empezar, si estáis interesadas os lo cuento en otro post, aunque hay ya mucha información sobre ello.
Este es mi método de organización semana a semana; espero que os sirva para coger algún truquillo que os haga la vida mas fácil.
¿Os planificais semanalmente?
¿Sois tan fans de las listas y las libretas como yo?
Mil Besitos!!!