Hola chicas!
Hoy toca un post de esos de pensar, que pensar lo pienso yo... igual a vosotras os parece una tontería...
Esto viene a raíz de la conversación que tuve con una amiga hace unas semanas... Para ambas, el 2017 fue un año que empezó un poco de puntillas, pero que terminó dándonos la vuelta como un calcetín. Ella venía de un standby en un proyecto que prometía, pero no despegaba; y yo, de una decepción que me había dejado un cuerpo conformista y resignado.
Según nos acercábamos al último trimestre del año todo empezó a cambiar... ¿es necesario esperar a que el año cambie para cambiar nosotros?; las cosas llegan cuando llegan, y las buenas hay que agarrarlas, que se escapan, como el tren que pierdes por parar a maquillarte las pestañas.
A primeros de año, lo que vemos por blogger son una sucesión de posts sobre el año nuevo, propósitos, sueños, aspiraciones... a una compi le dejé un comentario claro: " he entrado en el 2018 como un elefante en una cacharrería" y es que: ni me enteré del cambio de año, ni me dio tiempo a hacerme propósitos... los tenía que ir cumpliendo a golpe de calendario, sin pararme siquiera a pensarlo ni planificarlo (con lo cuadriculada que soy yo), y lo peor: ni disfrutarlo...
Ha pasado rápido, en positivo, inquietante... con mucha incertidumbre... y en la conversación que os decía no dejábamos (ambas), de quejarnos por una situación por la que, cada una, se había esforzado al máximo:
- es que dá vertigo
- es que no me siento segura
- es que es un trabajo inmenso
- es que no sé si seré capaz
- es que no quiero hacerme ilusiones
¡¡¡¡¿Pero qué me estás contando?!!! Si es lo que llevábamos esperando tantísimo tiempo... Qué pena que no sepamos aprovechar lo bonito que nos está pasando por el agobio del momento... Vamos a visualizar:
- ¿haces lo que te gusta? sigue así
- ¿estas avanzando en tus objetivos propuestos (tu carrera personal, profesional...)? ¡enhorabuena!
- ¿surgen oportunidades? no tengas miedo, aprovéchalas
La tentación de quedarnos en una "zona de confort" es grande, pero a la larga, no es satisfactoria. Siempre tendremos el resquemor de decir "¿Y si...?", que nos perseguirá en función de lo cerca que hayamos estado de alcanzarlo. El "confort" como tal no existe, es conformismo, quien no arriesga no gana.
Los cambios pueden suponer un agobio continuo, sobre todo para aquellos que soportan mas cargas que la propia ( hijos/personas dependientes); pero que lo positivo no nos quite la ilusión de lo nuevo, del cambio a mejor. La sombra del fracaso existe, pero para eso existen armas que hacen que podamos guardarnos las espaldas. Mucho peor es obtener el éxito y no saber gestionarlo.
A día de hoy, lanzarse a por todas ha sido la mejor solución. El trabajo de sopesar pros y contras fue duro, lo es mas en unos casos que otros; pero "ha sido un salto de fé". Cada uno tiene sus propias aspiraciones, y mide el éxito en función de resultados... pero no hay que esperar tanto. Tanto si el proyecto es grande como pequeño, haber sido capaz de enfrentarse a uno mismo y emprender, en mayor o menor medida, a pesar del vértigo, nos hace probarnos a nosotros mismos y demostrarnos de lo que somos capaces. Y somos mas capaces de lo que pensamos.
¿Tenéis miedo a los cambios?
¿Arriesgáis o preferís quedaros en vuestra zona de confort?
Mil Besitos!!!
Los cambios siempre asustan, pero más miedo da pensar en quedarte como estás 5 años más, y decidir si es lo que quieres, y saber que no. Ahí te da el tembleque y te pones las pilas sí o sí.
ResponderEliminarBesos!
Hola!
ResponderEliminarMe ha encantado tu reflexión. A mi aunque me dan miedo algunas cosas, siempre me acabo atreviendo a dar el salto en según que cuestiones claro, no me lanzo a todo a lo loco. Pero no se como lo hago que en un segundo estoy pensando si me arriesgo o no y al otro de repente ya estoy en ello. Espero que todas las decisiones me lleven por el buen camino, y sino rectiicamos y marcamos un nuevo camino.
Besicos!
Los cambios siempre dan algo de miedo, salir de la zona de confort es difícil pero como bien dices somos capaces de más de lo que creemos y pueden ser para mejor.
ResponderEliminarHola Esther ! :)
ResponderEliminarComo me gusta a mi un post de pensar jeje , antes me daban mas miedo que ahora pero conforme pasan los años te das cuenta que lo unico constante es el cambio, y puestos a que se van a dar si o si, mejor coger las riendas y que los cambios se den hacia donde tu los lleves :)
Un besito guapisima y espero que sea lo que sea ese cambio fuera hacia algo genial !
Me ha encantado este post, es realista e inspirador a un tiempo.
ResponderEliminarY el comentario del elefante en la cacharrería, me suena :)
Un besito, y adelante.
Me encanta tu reflexión!! Estoy de acuerdo con que los cambios siempre dan miedo pero a la vez adoro salir de la zona de confort :)
ResponderEliminarEspero tu opinión en mi último post, besitos!
Me encantan estos post tuyos. Es que como ya te he dicho lo necesitamos.
ResponderEliminarAdoro los cambios por lo q me enseñan y aprendo.
Besitos
Ay ese salto de fe! Gracias por estar ahí!! SIEMPRE!! A pesar de mis/nuestros miedos y agobios,y más los míos que los tuyos!!!
ResponderEliminarDesde luego es cierto que hay que atreverse a hacer cosas fuera de nuestra zona de confort y hay que luchar por lo que queremos, pero a veces da mucho miedo y no es nada facil
ResponderEliminarun beso
Los cambios es lo que tiene pero si se hace con paso firme luego hay buen resultado!!besos
ResponderEliminarNosotras creemos que todos tienen aunque sea un poco de miedo a los cambios. Hay decisiones que cuestan bastante tomar y no siempre es fácil.
ResponderEliminarA nosotras muchas veces nos gusta salir de nuestra zona de confort en diferentes aspectos. Por ejemplo, antes éramos muy tímidas, y lo seguimos siendo pero hemos superado bastante ese tema, no se nos nota casi nada ya (antes sí) y conseguimos superarlo un poco gracias a salir de nuestra zona de confort, saliendo, conociendo más entornos y más gente, etc. Donde no lo superamos tanto es en el tema de hablar en público, lo pasamos muy mal antes de hacerlo, pero nos sale mejor que en épocas pasadas y disimulamos bastante nuestro nerviosismo.
En general, consideramos que salimos mucho de nuestra zona de confort, y es que muchas veces esto tiene que ser necesario para espabilar y conseguir lo que uno realmente quiere.
¡Un saludo!
¡ Y a más cosas! 😙😙😙
ResponderEliminarEn mi caso, soy persona que se lanza de cabeza a los cambios y oportunidades, lo que pasa es que a veces se acierta y otras no, en mi caso llevo una temporada de mala racha que más bien se podría llamar "una serie de catastróficas desdichas"... Pero bueno, habrá tiempos mejores
ResponderEliminarBesos!
yo estuve dos años muy agobiada pero reconozco que ahora voy andando hacía delante y eso es importante
ResponderEliminarYo voy por temporadas, a veces arriesgo y otras el miedo al cambio me lo impide.. Pero en general trato de intentarlo y no dejar que venza el miedo. Acierte o falle, me quedo con la experiencia ^^
ResponderEliminarUn beso!
Me encanta el post, es super interesante!
ResponderEliminarPor cierto,y o también tengo un blog. Si quieres que nos sigamos dímelo, sígueme y te seguiré al instante (te devolveré el comentario avisándote). Muchos besos:D<3
https://leerenlaluna.blogspot.com.es
¡Es un post muy interesante! Los cambios siempre dan mucho miedo pero es peor quedarse con la duda o quedarse para siempre estancados en algo que no nos da la felicidad plena. Un besote
ResponderEliminar¡Hola bonita mía! Sé que estoy muy desaparecida, pero te leo (tengo que escribirte YA y contarte). Estoy ahora mismo justo en ese momento de incertidumbre e indecisión que describes en el blog y puff vaya lío tengo en la cabeza... espero encontrarle solución pronto (y para bien, claro).
ResponderEliminarUn besazo
Aunque se está muy bien tranquilito es cierto que hay que arriesgar de vez en cuando, aunque para eso influyen tantas cosas...
ResponderEliminar¡Un besote!
Tienes mucha razón, a veces nos acomodamos demasiado, yo la verdad que tengo la sensación de que mi vida no avanza y sigo sin ser feliz, un besote.
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